SOLO PARA PAREJAS

domingo, 1 de mayo de 2011

RIESGOS QUE VALEN LA PENA


Por: Pr. David Jaramillo Burgos

El famoso dramaturgo francés Pierre Corneille dijo lo siguiente: "Conquistar sin riesgo, es triunfar sin gloria". Definitivamente el riesgo hace que la victoria sea mucho más gloriosa y sabrosa. Cuando revisamos la Biblia nos damos cuenta de que Dios siempre anima a sus hijos a correr riesgos, así fue con Moisés, Josué, David, Isaías, Jeremías y otros.



El libro de Josué, capítulo 15, nos cuenta la historia de un hombre llamado Otoniel que corrió el riesgo de aceptar el desafío de conquistar una ciudad para ganarse un amor, prosperidad y renombre. 16 Y Caleb dijo: "Al que ataque a Quiriat Séfer y la tome, yo le daré a mi hija Acsa por mujer." 17 Otoniel, hijo de Quenaz, hermano de Caleb, la tomó, y él le dio a su hija Acsa por mujer. 18 Y cuando ella vino a él, éste la persuadió a que pidiera un campo a su padre. Ella entonces se bajó del asno, y Caleb le dijo: "¿Qué quieres?" 19 "Dame una bendición," respondió ella; "ya que me has dado la tierra del Neguev, dame también fuentes de agua." Y él le dio las fuentes de las regiones altas y las fuentes de las regiones bajas.

Otoniel representa a la gente arriesgada, él no se conformó con ser uno más del pueblo, quería trascender, deseaba destacarse entre los demás pero para eso tenía que luchar. De la misma manera, cualquiera de nosotros que quiera avanzar, conquistar y crecer debe arriesgarse.


  1. Arriésgate a tener pensamientos de abundancia: Otoniel pensaba más allá de la hija de Caleb, él pensaba en tierras para labrar, manantiales y la herencia de ser el Juez de Israel. Si quieres ser grande tienes que pensar en grande, no te conformes con poco porque el Señor tiene para ti bendiciones SOBREABUDANTES.
  2. Arriésgate a pelear por tu bendición: Quiriat Séfer era para Otoniel símbolo de felicidad y de prosperidad. Estas cosas no van a venir a ti por sí solas, son cosas por las que tú tienes que salir a pelear y al igual que Otoniel debes tener la seguridad de que las vas a conquistar
  3. Arriésgate a ser sagaz: Lucas 16 nos cuenta la historia de un mayordomo que fue acusado de administrar mal los bienes de su amo, cuando supo que lo iban a despedir actúo astutamente. "El mayordomo se puso a pensar: ¿A qué podré dedicarme ahora? Me faltan las fuerzas para trabajar la tierra, y pedir limosna me avergüenza... ¡Ah!, ya sé lo que he de hacer: rodearme de amigos que me reciban en sus casas cuando salga de aquí. Invitó entonces a que le visitaran algunos que debían dinero a su amo. Al primero en acudir le preguntó: ¿Tú cuánto le debes? Él le contestó: Cien barriles de aceite. El mayordomo le dijo: Eso es. Pues mira, aquí tienes tu recibo: rómpelo y escribe otro por solo cincuenta barriles. Al siguiente le preguntó: Y tú, ¿cuánto le debes a mi amo? Él dijo: Cien medidas de trigo. En efecto, y aquí está tu recibo. Pues escribe otro por solo ochenta". Al final de la parábola Jesús dice: "yo os digo que uséis vuestras riquezas actuales para hacer amistades en el tiempo presente y ser luego recibidos en las moradas eternas". Jesús no alabó la mentira sino el método. Te animo a ser sagaz, invierte en relaciones, en conocer gente, júntate con la gente de afuera, haz amigos a través de tu trabajo y de tus estudios para conquistarlos y bendecirlos.
  4. Arriésgate a profundizar tu relación con Dios: El Señor le dijo a Josué, "Lo único que te pido es que tengas mucho valor y firmeza, y que cumplas toda la ley que mi siervo Moisés te dio. Cúmplela al pie de la letra para que te vaya bien en todo lo que hagas. Repite siempre lo que dice el libro de la ley de Dios, y medita en él de día y de noche, para que hagas siempre lo que este ordena. Así todo lo que hagas te saldrá bien". (Jos. 1:7-8). Cuando buscas a Dios, te nutres de su palabra y tus pensamientos buscan agradarle a él; entonces, él te bendice para obtener la victoria.
  5. Arriésgate a hacer cosas nuevas, a hacer algo por primera vez: A Jorge Luis Borge se le atribuye el siguiente poema: "Si pudiera vivir nuevamente mi vida, en la próxima trataría de cometer más errores, no trataría de ser tan perfecto, me relajaría más, sería más tonto de lo que he sido, de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad, sería más desprolijo, correría más riesgos, haría más viajes, contemplaría más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos, iría a más lugares que no he ido, comería más helados, tendría más problemas reales y menos imaginarios, yo fui una de esas personas que vivió sensata y prolíficamente cada minuto de su vida, claro que tuve momentos de alegría pero si pudiera volver atrás, trataría de tener solamente buenos momentos por si no lo saben de eso está hecha la vida, solo de momentos, no te pierdas el ahora, yo era uno de esos que nunca iba a ningún lado sin un termómetro, una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas, si pudiera volver a vivir viajaría más liviano, comenzaría a andar descalzo a principios de la primavera y seguiría descalzo hasta concluir el otoño, daría más vueltas en calesita, contemplaría más atardeceres, jugaría con más niños, pero ya ven tengo 85 años y sé que me estoy muriendo".
Muchas veces no solo debes arrepentirte de lo que hiciste mal, sino también, de lo que no hiciste. Hay una bendición que te está esperando, una bendición de amor, de prosperidad y de renombre. Vale la pena arriesgarse por la familia, vale la pena arriesgarse por alcanzar la felicidad y la prosperidad; así también, vale la pena arriesgarse por tu herencia espiritual. Levántate, créele a Dios, arriésgate y obtendrás una gloriosa victoria.


(Sermón predicado al equipo piloto de la Iglesia de la Familia).

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