SOLO PARA PAREJAS

viernes, 20 de enero de 2012

La Palabra: Compustible de las Células


Una de las responsabilidades del líder de célula radica en preparar un estudio bíblico para compartirlo con su grupo cada semana. Muchas veces me han preguntado sobre cómo escoger los temas y quién debería proporcionarlos. Algunos consideran que es bueno hablar sobre el mismo tema de la predicación del domingo; otros, sobre una serie de estudios temáticos; algunos esperan que sea el pastor de la iglesia quien proporcione los estudios; y otros, en cambio, que debe ser el líder de la célula quién los prepare.
Independientemente de esto, y respetando la metodología que cada pastor e iglesia siga, creo que todos estamos de acuerdo en algo: la gente de la célula necesita PALABRA para crecer y dar fruto. La Palabra es el alimento que nos fortalece espiritualmente para enfrentar los ataques del enemigo y los embates del mundo. Por esa misma razón el apóstol Pablo escribía a los colosenses diciendo que “la palabra de Cristo more en abundancia” para enseñarnos y exhortarnos en toda sabiduría. Cuando la gente quiere respuestas y no sabe cómo actuar frente a una situación determinada, la palabra nos enseña con sabiduría divina, de una forma eficaz y perfecta.
Para que esto suceda el líder de célula debe buscar cada mañana del maná que viene de lo alto, primeramente para su vida, y luego para su pueblo. De la misma manera que lo hacía el pueblo de Israel todos los días, excepto el sábado (Ex. 16: 21). Este maná de Dios debe ser fresco, que nutra y; sobre todo, que satisfaga la necesidad de cada oyente.
Estimado pastor o líder, que tu oído sea tan sensible a la voz del Espíritu Santo de Dios, que puedas recibir cada mañana del maná espiritual; entonces, tu enseñanza será con palabra de gracia, poder y autoridad. Recuerda: Nadie da de lo que no tiene.

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